Desde que controla la espalda es capaz de estar más de media hora sentadito sin moverse. solo jugando a tirar y recoger su chupete o mordedor se puede estar tranquilamente un buen rato. Si le tumbas se mosquea, ha perdido esas ganas de intentar llegar a los sitios y se deleita con el simple hecho de estar sentado... pero no sabe sentarse solo, te pide que le sientes tú...
Empieza a intentar alcanzar algún objeto desde su asiento privilegiado (rodeado por el cojín de lactancia, que ya se ha pegado algún que otro morrazo): coloca una mano hacia adelante y estira la otra para intentar alcanzar otros juguetes... pero el equilibrio es tan precario que todavía no se siente seguro para lanzarse a la aventura del gateo...
Como pasa el tiempo, madre mía... si parece que fue ayer cuando el pobre lloraba desconsoladamente porque, boca abajo, no era capaz de levantar la cabecita... y cada vez hace más oposiciones a mantenerse de pie...
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